sábado, abril 03, 2010

Bienvenida a ti.

No tienes para que tocar la puerta, entra, esta casa es tuya

Ventanas pinceladas con halos de sueños

Libros que impregnan con su olor a olvido la habitación toda y te recuerdan antaño, como con entusiasmo alguna vez los hojeaste.

Golondrinas en vuelo, algún tordo y el aroma calido de árboles abuelos cansados de historias.

Sonidos de millones, millones indescifrables, millones de “algo” que anotabas en una libreta queriendo pautearlo (pero de esa composición no eras mas que una nota.)

Y el terciopelo en el aire, ese que rogaste jamás desapareciera, se te esconde a veces pero otras logras alcanzarlo y acariciarle el rocío.

Reconoces cada esquina, cada doblez de tiempo, mientras recorres pasillos en tu memoria, callas por fuera y cantas por dentro.

Dan las 10, o las 11, o quien sabe … aquí no pasa el tiempo, aquí hay sol y hay luna, eclipses por doquier, abundan las estrellas fugaces llenas de suspiros.