sábado, noviembre 18, 2017

50% realidad/50% fantasia

La piel está tirante y las vísceras expuestas; comienza a acumularse un poco de sangre que hace un pocito en el fondo. Yo la contemplo y pienso, pienso todo porque mi mente siempre divaga con la estética de lo cotidiano, mi mente siempre se vá a lugares que no tienen fronteras ni gobierno (lo que si se es que, sea lo que sea ese lugar, tiene una plaza con columpios en los que me siento a contemplar la infinidad del pensamiento de turno).
Mi mundo de divague tiene música sonando de fondo, la mayoría del tiempo es bossa-nova o sonidos que se parecen al viento soplando en el cañón de la estufa en el invierno del campo.
Ahí estoy, rumiando una idea que despertó a causa del perfume que sentí en una brisa que no se bien de donde vino y me innundo la nariz, un perfume de hombre que me recuerda el olor a piel de un ex a la mañana ... Que olía así, exquisito, a sueño y amor, a ganas de desayuno y pocas ganas de levantarme, recuerdo besarle la espalda y sentir su sonrisa en la piel tirante, la piel. El pocito de sangre crece y lo limpio, la aguja atraviesa de un lado a otro, impune, nadie siente nada y yo siento todo, siento mis manos ahogadas por los guantes de latex queriendo tener el control de la aguja y de las pinzas. En el quirófano la instrumentadora habla de algo pero no entiendo que dice porque  mi mente divagadora está procesando lo que siento, que no se bien que es, una descarga eléctrica en la boca del estómago, el perfume me encanta, quiero hundir la nariz de donde sea que proviene...

- ¿María Jose, donde estas?
- Acá

Seco el pocito de nuevo.

Hören: O pato - Stan Getz